lunes, 29 de noviembre de 2010

¿Público o Privado? Artículo de Blanca Calvo

Hoy os traigo un artículo escrito por Blanca Calvo, la Directora de la Biblioteca Provincial de Guadalajara, en el que con pocas palabras, dice claramente cosas fundamentales con las que estoy plenamente de acuerdo.

Cavernícolas

No sé usted, pero yo, que soy de la generación de los padres del Cuéntame, he reflexionado muchas veces en los pasado años al ver la alegría con la que todos gastábamos el dinero. De repente nuestro país se había hecho rico, ¡qué estupendo! Era como cuando a una familia le suben mucho los ingresos y puede empezar a gastar en restaurantes sin mirar precios, con lo que antes costaba salir a comer fuera.

Ahora, como en las familias cuando se pasan de gasto, hay que apretarse el cinturón. Y no sé a qué mentes privilegiadas se les ha ocurrido que, para ello, lo mejor es empezar a desprestigiar al funcionariado. Ese es el primer paso para desmantelar la “cosa pública”, para reducir drásticamente servicios cuya conquista ha costado sangre, sudor y lágrimas a muchas generaciones, para dejar servicios fundamentales en manos de empresarios que, como primer objetivo, buscan su bien particular y no el público.

Como funcionaria desde hace muchos años pienso que quizá haya que reflexionar para ver si se puede ahorrar en “lo público”, pero me parece difícil. En general, la Administración ofrece aquello que no le interesa al sector privado porque no da ganancias. Si no fuera por las bibliotecas públicas, por poner un ejemplo para mí cercano, prácticamente no llegarían los libros a ninguna de las poblaciones de nuestra provincia, quitando las tres o cuatro mayores. Cualquier librero diría que no resulta rentable poner una librería en Alustante, pueblo en el que funciona estupendamente una biblioteca.

En cuanto a lo de privatizar servicios públicos, las empresas privadas sólo están dispuestas a acoger los más fáciles, los que les pueden dar ganancias. Y hasta Perogrullo sabe que privatizar un servicio público lo encarece, se mire como se mire. La privatización añade un nuevo concepto de gasto: el beneficio empresarial, que se suele cifrar en un quince por ciento pero suele ser bastante más. Si una administración “externaliza” (qué horrorosa palabra) un servicio que costaba X, el servicio costará X más, en el mejor de los casos, el 15%. A no ser que la empresa ahorre costes pagando sueldos de porquería o reduzca el personal a niveles hiperinsuficientes. Si quieren ver los resultados de esas prácticas vean "La cuadrilla", una película de Ken Loach que muestra cómo tras la reducción de un grupo de trabajadores de mantenimiento del ferrocarril, comienzan los accidentes mortales.

Los recortes en los servicios públicos que se están proponiendo en países como el Reino Unido son un gran paso de retorno a las cavernas. ¿Quieren ustedes tener que volver a inventar el fuego? Pues quédense mirando y no reaccionen.

viernes, 19 de noviembre de 2010

'El Principito' contra el talibán

Raras veces los periódicos traen buenas noticias. Quiero compartir ésta con vosotros



Fuencisla Gozalo, en Afganistán, con la edición de "El Principito" en lengua dari.


'El Principito' contra el talibán

Las tropas españolas reparten el libro de Saint-Exupéry en Afganistán por iniciativa de una coleccionista

Los militares españoles desplegados en Afganistán jamás pensaron que harían algo parecido. Ni les prepararon ni les advirtieron sobre ello. No era peligroso, pero sí inusual: han estado repartiendo libros, ejemplares de El Principito de Antoine de Saint-Exupéry traducidos al dari, un dialecto del farsi hablado en ese país.

No fue idea del Ministerio de Defensa, sino de una mujer llamada Fuencisla Gozalo, procuradora de profesión, que desde hace años colecciona ejemplares de esta obra en todos los idiomas del mundo. Lo tiene en 200 lenguas. Buscando nuevas incorporaciones para su librería descubrió la triste historia de un traductor afgano llamado Ghulam Sakhi Ghairat, hoy director de la Escuela Diplomática de Kabul, que en 1977 hizo una pequeña edición del libro en dari. "No llegó a venderse nunca y la conservó en cajas en su casa", le contó a la ministra de Defensa, Carme Chacón. Hasta que durante la guerra, bombardearon su vivienda. Todo ardió. "Él salvó la vida porque estaba en Nueva York", añadió.

"El día de mi cumpleaños le pedí a mis amigos que, en lugar de hacerme un regalo, me ayudaran a financiar una edición de El Principito en dari para repartirlo entre las mujeres y los niños afganos", cuenta Fuencisla. Sus amigos colaboraron para aportar 2.500 euros con los que financiar una tirada de 5.000 ejemplares de la traducción de Sakhi.

"Para repartirlos pensé que podía ayudarnos nuestro Ejército", explica, "y le envié una carta a la ministra". "Badghis es una provincia muy necesitada, y si no constituye un peligro para nuestros soldados creo que sería bueno que se encargasen de su reparto en escuelas, bibliotecas, entre las mujeres y los niños", decía la misiva.

El Ministerio de Defensa le contestó que le parecía una excelente idea y que se ponían manos a la obra. Fuencisla no quiso perdérselo y viajó a Afganistán para ver con sus propios ojos a mujeres y niños paseando con su ejemplar. "Ningún niño había podido leer El Principito. Ahora sí. Podrán aprender los valores que enseña el libro: honestidad, lealtad, amistad. El traductor me dijo que lo más importante para garantizar la seguridad en el futuro, para que los niños no terminen en campos de entrenamiento talibanes, es la educación".

El ejemplar lleva una dedicatoria a Fuencisla -"esperamos que, esté donde esté, su corazón lata siempre con el de millones de niños afganos"-, pero ella no se quedó satisfecha y, una vez en Kabul, se reunió con el viceministro de Educación. "Si nos dan un dólar, nosotros llevaremos lápices. Si nos dan más, podemos construir escuelas o colegios. Necesitamos 6.000. Gestionen ustedes el dinero, elijan ustedes a los constructores, y nosotros les regalaremos el terreno", les dijo el político afgano. Y Fuencisla Gozalo ya no pudo dejar de pensar en la posibilidad de construir un colegio en Kabul.

A los pocos días se celebró una segunda reunión en la Agregaduría de Defensa, a la que asistió la diputada Homaira Haqmal, profesora de Derecho en la Universidad de Kabul; el coronel Luis Herruzo; y el brigada José Manuel Nogales. Todos se entusiasmaron con el proyecto: decidieron crear la Fundación Cometa para reunir fondos. Fuencisla es la presidenta; el coronel Herruzo, el vicepresidente. La idea es que en el colegio se emplée a mujeres y se eduque a los niños en la igualdad. La segunda lengua de la escuela sería el español.

En la exposición del proyecto, Fuencisla cita un extracto de la obra Taliban, de Ahmed Rashid, que dice lo siguiente: "Los niños se pasaban el día estudiando el Corán, las enseñanzas del profeta Mahoma y los principios fundamentales de la ley islámica interpretada por unos profesores que casi eran analfabetos. Aquellos estudiantes de las madrazas wahabies eran los discapacitados, los inquietos, los desempleados o los humildes. Admiraban la guerra porque era la única ocupación a la que tenían posibilidad de adaptarse. La simple creencia en un islam mesiánico y puritano que les habían inculcado a la fuerza unos simples mulás rurales era el único sostén con en el que podían contar para dar sentido a sus vidas".

http://www.elpais.com/articulo/espana/Principito/taliban/elpepiesp/20101119elpepinac_17/Tes

© EDICIONES EL PAÍS S.L.

viernes, 12 de noviembre de 2010

¡Tanto tiempo!

¡Dremiadelamorhermosoladetiempoquehacequenomeasomoamipropioblog!

Pero todo tiene una explicación:

Siempre dicen que la vida es como un camino



Pero no siempre es fácil y llano

A veces hay que cruzar ríos.


Y aunque alguien se haya tomado la molestia de hacer un vado con piedras




A veces están llenas de musgo y de verdín, bien resbaladizas





Así que acaba uno metido de patas en el charco



Y así estoy yo en estos tiempos, saltando de piedra "resbalosa" en piedra "resbalosa",

y pasando de un charco a otro.

Así que para que se entretengan y, aunque no tiene nada que ver, les pongo este video que pienso ver una vez y otra hasta que me aprenda la letra, para cantarlo incesantemente, mientras busco sitio para aparcar "en donde Napoleón se cansó de andar" ya que nuestro inefable edil (que así arda en las calderas de Pedro Botero) ha dejado mi barrio con los aparcamientos reducidos a la tercera parte.






Por si no habéis entendido la letra, que no tiene desperdicio...



LETRA

Lo siento, cariño, pero... he aparcado lejos.

Donde cagan los chinos.
Donde va el remolino.
Donde por fin el camino se vuelve carril.
Donde llega mi tiro
Donde duerme el vampiro.
Donde el primo Ramiro sitúa Brasil.
He aparcado lejos.

Donde reinan los babuinos.
Donde se escondió el minino.
Donde empieza el carril bici.
Donde entierran a los hippies.
Donde un palo no hace sombra.
Donde vuelan las alfombras.
Donde aúlla siempre el lobo.
Donde va a parar el globo.

Donde mandan las cartas de Reyes.
Donde los políticos escriben las leyes.
Donde a la bella le entró sueño.
Donde el frisbee llegó al suelo.
Donde el dragón asoma la cola.
Donde papá escondió la consola.
Donde la lluvia cae de lado.
Donde el Titanic fue probado.

Y al buscar había vados y señales sin piedad. Pintura amarilla.
Y al final había un sólo hueco libre en el lugar con un piiito gorrilla.

He aparcado lejos donde Napoleón se cansó de andar.
He aparcado lejos donde acaban los mapas y empieza el mar.
Tan lejos de aquí que vale la pena dar la vuelta a la Tierra por el otro lao,
por donde ruedan matojos y pelan el cacao.
Mi coche está lejos de mi hogar.


Donde duerme el trapecista.
Donde entrena el masajista.
Donde se perdió la iaia.
Donde termina la valla.
Donde van los trastos rotos.
Donde aún revelan fotos.
Donde se inventó el bocata.
Donde se encaló la gata.

Donde mi hermana se hizo hombre.
Donde Prince cambió de nombre.
Donde reciclan el vidrio.
Donde el té se sirve tibio.
Donde la gravedad es cero.
Donde deja de oírse el trueno.
Donde llega el telescopio.
Donde se divisa Tokio capital.

Había mucha doble fila y una gran amenaza de grúa.
Vi varias docenas de parquímetros allí haciendo la púa.

He aparcado lejos, donde Napoleón se cansó de andar.
He aparcado lejos, donde acaban los mapas y empieza el mar.
Tan lejos de aquí que vale la pena dar la vuelta a la Tierra por el otro lao,
por donde ruedan matojos y pelan el cacao.
Mi coche está lejos de mi hogar.

Donde la tierra se aplana.
Donde el príncipe fue rana.
Donde escondieron el Cáliz.
Donde correr por ruinas es gratis.
Donde el molino va y no gira.
Donde vigila el espía.
Donde guardan los camellos.
Donde se despegó el sello.


Donde estorban las palmeras.
Donde se pinchó la rueda.
Donde los piratas salen.
Donde avisan los radares.
Donde el golfista mandó la bola.
Donde se forman las olas.
Donde el bombero se muscula.
Donde se venden herraduras.

He aparcado lejos. He aparcado lejos.
He aparcado lejos, donde Napoleón se cansó de andar.
He aparcado lejos, donde acaban los mapas y empieza el mar.
Tan lejos de aquí que vale la pena dar la vuelta a la Tierra por el otro lao,
por donde ruedan matojos y pelan el cacao.
Mi coche está lejos de mi hogar.


(¡Y hay quien dice que no quedan poetas!)