lunes, 25 de abril de 2011

Imágenes de un año




Ya se que lo habitual es hacer resumen del año que ha pasado cuando se cambia de número, a finales de año, en diciembre. Pero ¿por qué no hacer resumen de lo vivido en los últimos doce meses ahora, por Pascua florida, en plena primavera?

Así que voy a hacer un recorrido por las imágenes que resumen algunas de las cosas vividas en estos meses pasados desde la primavera 2010. Ya que dediqué bastante espacio al viaje a Siria, empezaré por el mes siguiente: abril

En abril solemos ir al campito a coger esparragos trigueros, que aunque amargan un poco más que los cultivados, tienen el encanto de la búsqueda y el hallazgo, a veces en sitios tan bonitos como éste de la foto. Y si encima tenemos la suerte de que caigan cuatro gotas y salga un arco iris, mejor que mejor


No nos quisimos perder la ocasión de ver los Ojos del Guadiana aflorando, como hacía mucho que no sucedía.



Tras un invierno de abundantes lluvias los humedales de La Mancha mostraban un aspecto esplendoroso. Las Lagunas de Ruidera eran un hervidero de agua a borbotones saltando de una laguna en otra.


En algunos sitios se remansaba el agua al pie de las choperas, produciendo este efecto de columnata vegetal


Pero quizá fuera en Las Tablas de Daimiel donde el juego del agua y la luz ofrecía efectos mas espectaculares.


La tierra, empapada de agua, florecía por todas partes




Incluso en la terraza de mi suegra, las hortensias se pusieron así de hermosas



En junio hicimos una escapadita a Roma, que no se puede llegar a cierta edad sin conocer uno de los ombligos del mundo mundial.

La Via de la Conciliazione une la Plaza de San Pedro y el Castillo de Sant Angelo



El reflejo del atardecer en las aguas del Tíber, bajo el Puente Fabrizio




Sin lugar a dudas, lo que más me impresionó de Roma fueron los restos de la época imperial: los foros, los templos...

Aquí el Area Sacra Argentina, donde se encontraba el Senado cuando Bruto asesinó a Julio Cesar




Y el Panteón.



Julio nos trajo la alegría de ganar el Mundial de fútbol, que es algo que no pasa todos los días




Y en agosto pasamos una semanita de vacaciones en los Pirineos, que es uno de esos paisajes a los que siempre apetece volver, porque siempre queda algo por descubrir.

Aqui, el paso de la frontera por el Portalet, subiendo desde el Valle de Tena



En el viaje, pasamos por la Abadía cisterciense de Cañas, en La Rioja, donde encontré este delicioso relieve alusivo a mi profesión de bibliotecaria



El broche de oro de las vacaciones fueron unos dias en Cádiz, disfrutando de su "salada claridad" gracias a la hospitalidad de Ro y Antonio, en su torre (si os fijais en la imagen, se les ve perfectamente en su torre haciéndonos una foto)




Esta es la foto que nos hicieron desde su torre, mientras nosotros visitábamos la Torre Tavira:





Ya de vuelta en nuestras tierras disfrutamos de tardes apacibles junto a los amigos en nuestros sábados alcarreños. ¡qué puestas de sol!



Cuando me llamó la atención este Cardo del Sol en los Pirineos, no sospechaba que me lo iba a encontrar otra vez en otro sitio



Colocado en las puertas de las casas, en el país vasco, donde es conocido con el nombre de "Eguzquilore" y se usa para protegerlas de brujas y duendes.



Porque en el Puente de El Pilar hicimos una escapadita hacia el norte, un poco pasada por agua, pero ¿no es este el aspecto más genuino de San Sebastián, arropado por el sirimiri?



Y ya próxima la Navidad, no podía faltar la excursión a Consuegra, a comprar todo el mazapán necesario para celebrar debidamente las fiestas...



...Con Nacimiento tradicional...



...y roscones en abundancia.



En febrero descubrimos la iglesia de San Pedro, en Torremocha del Jarama, que tiene unos frescos medievales maravillosos. Muy recomendable



En marzo, jornada de ensayo intensivo con el Coro Accento, en Guadarrama, con Siete Picos, la Bola del Mundo y la Maliciosa como telón de fondo



Y a finales de marzo, para cerrar este año arbitrariamente comenzado en abril, una escapadita de tres días en Praga, otro de los hitos que no pueden faltar en la vida de ningún buen turista (Iba a decir "viajero" pero Lansky no me dejará emplear ese término indebidamente: ¡Teníamos billete de vuelta!)

Las torres de la Iglesia de Tyn


El gallo que corona uno de los pináculos de las torres de la Catedral





Y el buen detalle, que me gustó francamente, de poner mi nombre a una de las calles del Barrio Pequeño, Mala Strana





Pero prometo un post en exclusiva para Praga, que se merece eso y mucho mas.

Hasta pronto.


4 comentarios:

Vanbrugh dijo...

Caramba, lo que te ha cundido el año. Enhorabuena por el espíritu con que disfrutas la vida, y gracias por la parte que nos toca a los demás. (Me refiero, además de la alegría que irradias a tu alrededor, a otros aspectos menos espirituales, pero no menos importantes. Haré constar, al respecto, que el puño que, en la foto de los roscones, se apoya firmemente sobre la mesa, como dispuesto a pasar al ataque, es el de MI mano izquierda.)

Cigarra dijo...

Gracias, gracias por sus alabanzas Mr. Vanbrugh. Cuando quiera le hago otra tanda de rosquillas. Pero, permítame disentir en lo que a puños se refiere. Ese aquelarre de roscones tuvo lugar en casa de mi señora suegra, y estoy casi absolutamente segura de que el puño en cuestión pertenece al Sr. Almirante, mi concuñado. (Fíjate bien en los respaldos de las sillas. Convendrás conmigo en que no son de mi casa) También es revelador el roscón cuadrado de fabricación casera (la cuadratura del círculo, se puede decir) que es especialidad de la señora almiranta, y que está más rico que casi cualquiera que se pueda comprar en ninguna tienda.
En cualquier caso, gracias por tu comentario. Besos

Vanbrugh dijo...

No negaré que así sea puesto que, evidentemente, dispones de más información que yo. El dato de que el señor Almirante gaste, por lo que se ve, un pantalón de pana muy parecido a uno mío, una camisa de rayado idéntico al de otra de mi propiedad y un reloj de correa muy similar a la del que uso yo habitualmente; unido al hecho de que me consta haber disfrutado copiosamente de la ingestión de roscos de Reyes gozando de tu hospitalidad; y, finalmente, el que mi actitud en estas felices ocasiones suela ser, precisamente, esa atenta alerta junto a las viandas que exhibe el sujeto de la foto, me habían llevado a una identificación, por lo que parece, precipitada.

Lansky dijo...

Gracias por tu mención que me hace sentir como el poli malo de la Red, en fin, que te nombro viajera del año con billete de vuelta (y media)