jueves, 9 de agosto de 2007

Otras cosas que vi en Holanda


Para que no todo sean ventanas, que ya hay quien me afea esa afición como si fuera una fijación, ahí van otras cosas que vi por allí:

En el puerto de Volendam vimos esta escultura dedicada a los viejos marineros

Al atardecer, en la playa de Scheveningen, los barquitos pesqueros se hacían a la mar



Lo mas cerca que llegué a estar del Barrio Rojo de Amsterdam, fue esto: la maqueta que hay en Madurodam, ese resumen en miniatura donde está representada casi toda Holanda


Y en Madurodam aparecen reflejados Luis y la cigarra, en este "rascacielos"



Esto es un monumento que conmemora al heroico ciudadano que contuvo la rotura de un dique (o lo intentó) poniendo una mano. También está en Madurodam






Esta si que es una estampa típica de la Holanda actual: aparcamiento de bicicletas junto a la estación central de La Haya. ¿Cómo reconocerán la que es de cada uno?





Arte al aire libre en La Haya. Una escultura que reproduce el cuadro de Brueghel sobre la parábola del ciego que guía a otros ciegos, por Alexander Taratynov

(pinchando en las imágenes vereis información sobre los cuadros y en el nombre del autor, la comparación entre escultura y cuadro original)


Aquí el grabado de Durero "El caballero, la muerte y el diablo" traducido en bronce por Alexander Taratynov



"El beso" de Gustav Klimt, versión escultórica de Alexander Taratynov.
A Clara le encantaría verlo



Esto es otra muestra de arte en la calle. Se trata de una exposicíón colectiva bajo el nombre Den Haag Sculptuur. (pinchad en el nº 8 para ver el nombre de la autora, Patricia Piccinini)
¿ A que es genial la idea de que una moto pueda tener motitos?



¿Y la expresión de la motito mirando a su madre?


Cuando digo que el Parque de Clingendael parecía un bosque de cuento no exagero nada.


Para que se vea que no sólo Amsterdam tiene canales. Estos están en pleno centro de La Haya


Y como llegué a Amsterdam cuando ya habían florecido los tulipanes, me tuve que conformar con otras flores. Pero no tenían nada que envidiar a las flores de primavera





¿Será por zuecos? Esto es el techo de la tienda.



Si tenéis que reponer fuerzas, un almuerzo bajo los ventiladores y las lámparas de principios del S. XX en el Café Americain, os dejará como nuevos.


Pides unos huevos a la plancha, y te sacan una cosa así: TRES huevos sobre rebanadas de pan, cubiertas de lonchas de roastbeef y adornados con ensalada. Y no es caro.




Y para tomar café id al Hotel Krasnapolsky. Esto es un simple café con leche: Tu cafetera individual, tu jarrita de leche, la pastita de almendras, terrones blancos o morenos, las almendritas bañadas en chocolate y esos dos dulces indefinibles y deliciosos que no se cómo denominar ¿pastelitos, pastas, barquillos rellenos? Y, claro, un vaso de agua. Y la decoración preciosa, a base de orquídeas. Imprescindible.



Y para que se vea que no siempre ando con la nariz levantada, mirando las ventanas, termino con un suelo original, como si simbólicamente me pusiera a los pies de ustedes: la entrada al "Beginhof" o barrio de beguinas en el centro de Amsterdam


6 comentarios:

La Maga dijo...

Preciosa colección.
Me gustan las ventanas, lo que yo digo es que también me gusta cuando escribes.

almena dijo...

¡me encantan todas!
pero las dos de la moto y su "motito" son geniales.

Un beso!

Apolonio-de-Rodas dijo...

Hola pasaba por aqui y he descubierto que no soy la unica que fotografia ventanas. Me gusta mucho tu blog, seguire pasando.
Un saludo

Franziska dijo...

Es estupenda la segunda colección de fotografías que pone en evidencia (por si alguien no lo hubiera notado) la complejidad de los temas a los que le prestas tu atención. Son todas curiosa y el aparcamiento de bicicletas ¿qué te voy a decir? ¡me da una envidia!

H. dijo...

Diré cómo funciona el aparcamiento de bibliotecas: a medida que van llegando por las mañanas los estudiantes van aparcando sus bicicletas apoyadas las unas sobre las otras, más o menos, hasta formar una enorme masa o extensión de hierros entrecruzados; cuando sales por la tarde, imposible rescatar la tuya, ahí al fondo. Solución: tomas la primera que ves y te vas con ella. Si todo el mundo repite esta operación todos los días desaparece el concepto de "mi bicicleta" con lo que desaparece el problema. El amsterdamí de a pedal se siente tan propietario de la bici como yo de mi asiento en el metro...

Olga A. de Linares dijo...

Yo también anduve por Holanda hace ya varios años... Todo me pareció encantador y en especial los pueblos pesqueros. Como vos, amé esas ventanas, esas casitas, no sé, creo que sería muy largo enumerar todo lo que me enamoró. Traté de capturar muchas de esas cosas en fotos, y hoy he disfrutado también de las tuyas... además de descubrir algunas como las de la moto mamá y su bebé. Muy lindo todo. Un beso