viernes, 10 de octubre de 2008

¿Somos más tontos gracias a Internet?

Es una interesante teoría que someto a su consideración. Aparece ampliamente expuesta en este artículo

http://www.revistaarcadia.com/ediciones/35/internet.html

y comentada de un modo más resumido (para aquellos a los que el uso de internet está volviendo incapaces de leer textos largos) en esta página de El País

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Internet/cambia/forma/leer/pensar/elpepusoc/20081010elpepisoc_1/Tes

Vayan pensándolo durante el fin de semana y lo comentamos

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen tema has traído, compañera.
Lo que sí me doy cuenta es que dependemos excesivamente de las máquinas. Cuando empecé a trabajar en la biblioteca ni teníamos ordenadores, ni internet ni nada de eso. Los usuarios, niños, jovenes y adultos, consultaban las enciclopedias, los anuarios y los periódicos y revistas. Ahora es muy curioso ver la cara que pone un usuario jovencito cuando te pide información y le señalas una enciclopedia.
A mi me da un poco de pena ver que muchos niños no saben ya buscar datos en una enciclopedia. En realidad encuentran esos mismos datos en otro soporte pero no puedo evitar sentir una sensación rara...

CarmenS dijo...

Yo creo que, al contrario, somos más espabilados porque tenemos más tiempos, más posibilidades, más recursos para conseguir información, para comunicarnos... Eso no quita el valor de los libros, de las enciclopedias, de los cuadros, de la conversación en persona... Todo ha de compatibilizarse para que no se nos atrofie alguna de nuestras capacidades.

Marcelo dijo...

ay, me pesqué en algunas conductas...

Cigarra dijo...

Es lo que yo pienso, Eusebio. Miedo me da el día que salten los plomos y nos quedemos a oscuras. Yo, que trabajo en la Hemeroteca, soy como la abuela Pato, y conservo el Kardex para el registro manual de las revistas, aunque las incluya en el catálogo informatizado, también. Y me ha sacado de más de un apuro en esos días en que se viene abajo el sistema. ¡No me deshago de él ni harta de vino!

Cecilia, en realidad la pregunta no es si somos más o menos tontos. La cuestión es si a fuerza de utilizar el cerebro de otra manera, vamos a dejar de ser capaces de utilizarlo como antes.
Quizá se nos estén abriendo unos horizontes insospechados, pero que estamos perdiendo concentración es un hecho incontestable. Y si tratas con jóvenes, lo compruebas de modo fehaciente. Ya hay muy pocos que se atrevan con "libros gordos". Y no es ya solo referido a los hábitos de lectura: la vida toda cada vez más consiste en un picoteo simultáneo de varias "aplicaciones" a la vez, y ninguna actividad por mucho tiempo. Ahí está Marcelo diciendo que se sorprendió a sí mismo en algunas de esas conductas...

Y eso nos pasa a todos, Marcelo, estoy releyendo "Guerra y paz" y no encuentro el momento de dedicarle un rato largo; y cuando lo encuentro, me extraña que, al mencionar Austerlitz, pongo por caso, no se me ofrezca la posibilidad de un enlace a Google Earth para ver la foto aérea del lugar donde ocurrieron los hechos, o a la Wikipedia para que me explique un poco mejor cómo era el General Kutuzov... ¡No te digo nada, si encima una, de natural y por herencia tiene tendencia innata a la dispersión mental! Cuánto me acuerdo de mi santa madre, cuando emprendía varias tareas simultáneas y yo la acusaba de dispersión ¡Si levantara la cabeza, cómo se iba a reir de mi!

Zafferano dijo...

Jejeje! Fui al resumen y lo leí un rato, pero Cigarra, es demasiado largo! Me estará afectando internet o lo mío es de nacimiento? Creo sinceramente que de haberme hecho un estudio de pequeña me hubieran diagnosticado TDH, sin hiperactividad. Pero entonces no existían esas cosas.
Creo que navegar por la red es uno de los mejores descubrimientos que he hecho en los últimos años, me parece estimulante, cualquier duda, cualquier tema, vas y lo encuentras. Pienso que todo depende del grado de curiosidad de cada uno, hay quien sobrevuela y quien profundiza, quien ojea y quien lee, pero las oportunidades que tenemos ahora son ilimitadas (de conocimiento me refiero) Después, cada uno las aprovecha a su manera...

Un besote linda!

Lansky dijo...

La memoria
y
la curiosidad,

creo que todo se reduce a eso.
Hay muchos soportes para la memoria, cuando apareció la escritura estoy seguro que muchos pensaron que eso era la muerte de la cultura oral (eso pensaba Sócrates, pero no afortunadamente Platón); luego todo lo demás: los soportes, sólo son eso, soportes: sea un tomo encuadernado de una revista de hace dos siglos o un archivo en internet o los recurdos de un abuelo son eso, memoria, unas más vulnerables que otras. Al papel se lo comen los insectos especialistas, como el delicioso pececillo de plata, a los ordenadores, los llamados virus o la obsolescencia irrecuperable de las memorias de sus modelos más antiguos. Somos huellas en una playa desierta, vendrá, tarde o temprano una ola y las borrará.Se borrará lo que nos parecía eterno (ya ha pasado, ¿por qué nos parecen tan enigmáticas algunas culturas como la maya? porque se ha borrado la mayoría de su memoria)

Pero lo que es insustituible es la curiosidad, la que tiene espontáneamente el niño preguntón, y la que mantienen viva los escasos casos de gentes verdaderamente inteligentes. He conocido muchos "eruditos" sosos, pedantes, poco interesantes: en todos ellos encontré que les faltaban dos cosas: sentido del humor y curiosidad (incluso, en el fondo, por su propia especialidad), en cambio, todos estaban obsesionados con las memorias "artificiales", con sus archivos, sus carpetas, sus cd roms...gilipollas.

p.d.- Tu pregunta, creo que está claro, me parece interesantísima, pero el artículo de El País me parece flojo, poco meditado y superficial. ·

Cigarra dijo...

Hola Zaffe: Estoy de acuerdo contigo en lo de navegar por internet. Yo reconozco que estoy completamente viciada. No te digo ya si se trata de la blogsfera, me pueden dar las mil y gallo de la madrugada. Pero, como dice Marcelo, estoy detectando en mi misma conductas de las que indica el artículo (el primero, convengo con Lansky en que el del Pais es un resumencillo). Siempre he sido un poco excesivamente "multitarea" que es una manera elegante de decir que emprendo varias actividades simultáneas y las hago todas "a romal y media manta", o las dejo sin terminar. Que te pase eso en la cocina, cuando estás metiendo cacharros en el friegaplatos mientras vigilas el guiso y sacas la ropa de la lavadora para tenderla, puede ser hasta práctico; pero tener abiertas varias tareas simultáneas en el ordenador y estar revisando un listado mientras oyes música con los cascos y tienes abiertos los dos correos (el del curro y el de casa) y consultas algo en la Wikipedia al mismo tiempo, empieza a ser de preocupar. El caso es que "Guerra y Paz" me está durando mucho más de lo que es aceptable para mi misma, que era de las que me "esnifaba" las novelas, cuanto más gordas, mejor. Se me deben estar revirando las neuronas.

Efectivamente, Lansky. A fuerza de mucha curiosidad y bastante buena memoria he conseguido tener fama de persona culta. No es que sepa mucho, es que me acuerdo. Y me interesa todo. O casi todo, que tampoco conviene exagerar. Sobre la memoria ayer vi un video muy curioso en este blog
http://desdelos50omas.blogspot.com/

almena dijo...

Reamente... ¿os imaginais que por alguna causa hubiéramos de pasarnos ¡una sola semana! sin google, sin e-mail, etc...?
pensaríamos... ¿cómo hemos podido vivir sin internet?
Creo que, como todo, tiene su luz y su sombra. Y lo que es estupendo como herramienta que ayuda, puede no serlo tanto cuando llegamos al punto de depender de él para casi todo.
Para obtener información, para ampliar un tema, para ver qué ponen hoy en el cine... ¡para relacionarnos con nuestros amigos!

:)

amplio debate el del tema que sugieres, guapa cigarra. Sí, daría para mucho...

Besos!

Cigarra dijo...

Hola Almena: bueno, yo este verano pasé dos semanas¡dos! sin ordenata y no veas qué bien me sentó. Las siestas que me eché, los libros que leí y los paseos de disfruté.
Pero no se qué tal me hubieran sentado seguir "desconectada" al volver a la vida cotidiana. Como dices, nos hemos acostumbrado demasiado...

Erlo dijo...

¡No, y otra vez: no! Lo que sí hay que ver (y según mi opinión criticar) es la tendencia a simplificar los asuntos y abbreviar sus descripciones - una tendencia que no es propia a sólo la era del internet, sino a las últimas décadas: vale para echar un vistazo a las escuelas de periodismo donde se les inculca a los periodistas incipientes esas técnicas de lo que llaman aproximación a las posibilidades intelectuales del receptor: no usar el subjuntivo ni otras construcciones gramaticales que usan el condicional, etc.

Otra cosa es que yo mismo como llamado especialista de la información, hace más de 30 años sólo por excepción leo un libro entero: es debido al hecho de que si quieres ser especialista en eso tienes que dedicar muchísimo tiempo al asunto; a los verdaderos genios sí queda tiempo de leer un libro paralelamente, pero a los que son menos genios, como yo, no queda nada de tiempo.

Cigarra dijo...

Bueno, Erlo, quizá he puesto mal el título de este post. Porque lo que se pregunta el artículo es más bien si nuestra forma de acceder a la información se está modificando en el sentido de perder concentración a cambio de diversificar nuestra atención. Quiero decir que a fuerza de leer en la pantalla encontrando cada poco un hipervinculo que nos lleva a otra cosa, nuestras neuronas están perdiendo la capacidad de mantener una atención continuada sobre un texto tradicional. Hay cada vez más gente, incluso lectores "de fondo" de los de toda la vida, que reconocen que estan perdiendo el gusto por los "libros gordos". Nos excusamos con la falta de tiempo, el estrés de la vida, y decimos que dejamos esas lecturas para vacaciones, pero lo cierto es que nuestros hábitos de lectura se modifican. Lo que está por definir es si el cambio es para mejor o para peor. Quizá lo que perdamos de una forma lo ganaremos de otra. Eso es lo que hay que analizar. Volveremos sobre el tema.