viernes, 9 de enero de 2009

Fin de fiesta y nieve

Cuando todavía están puestas las iluminaciones navideñas en nuestras calles...






...nuestros estómagos aún se están resintiendo de los excesos gastronómicos...







...y todavía no hemos tenido tiempo de quitar el arbolito del rincón del salón...






...cuando lo único que nos da fuerzas para volver al tajo cotidiano es hacer el recuento de los puentes, moscosos, fiestas autonómicas y vacaciones de semana santa que se perfilan en el horizonte...



...hemos amanecido con una nevada que nos viene a dejar claro que todavía queda mucho invierno por delante. ¡Temblad, desventurados!


Pero como dice Serrat "todo inconveniente esconde alguna ventaja": es el momento de acomodarse en casa, (si se tiene una chimenea a mano, miel sobre hojuelas) y dar buena cuenta de los libros que nos han traido los Reyes, retomar aquel bordado de punto de cruz que nunca acabamos, iniciar una labor de punto entretenida, o simplemente, charlar con los amigos con unas cervecitas a mano.
Aunque sea con bastante retraso ¡que 2009 sea un año feliz para todos!



5 comentarios:

Vanbrugh dijo...

Y lo que es para mí el más sutil placer del invierno: esperar, con toda la paciencia que haga falta y con la certeza de que por mucho que tarden acabarán llegando, los primeros atisbos de la primavera.

CarmenS dijo...

La gente iba hoy contenta por la calle, tirándose bolas de nieve, haciendo fotos en todas las plazas. Los paseos y parques eran un paisaje blanco precioso. Lo malo es para las personas que han tenido que salir a trabajar a riesgo de quebrarse un hueso por un resbalón. Espero que los accidentes hayan sido pocos.
Yo me he quedado sin recoger un paquete y sin una cenita fuera de casa. Pero ¿qué le vamos a hacer?
Un beso fuerte

Miroslav Panciutti dijo...

Tiene que estar bonito Madrid; ¿qué mejor forma de iniciar el año? Feliz año y feliz invierno del calentamiento global (jajajajaja). Un beso

Anónimo dijo...

¡Esa chimenea me resulta familiar ! ¿Qúé chula no ? jajaja
Ale

Cigarra dijo...

Qué gusto da ese día en mitad del invierno en el que, de pronto, el aire huele inequívocamente a primavera, aunque todavía no se vea ni una hojita verde y los termómetros se empeñen en andar por los suelos ¿Verdad Vanbrugh?

Ay, Cecilia, yo acabé en el Retiro, con mi marido y mis hijas, tirándonos bolas como si fuéramos niños. Yo he cogido un catarrazo mediano, pero nos lo pasamos estupendamente.

Miroslav, en cuanto descargue las fotos te prometo un post de Madrid nevado. Estaba espectacular.

Ale, qué lujo es poder "fardar" de una chimenea así de preciosa, ... !aunque no sea mía!