miércoles, 1 de abril de 2009

El naturalista en la ciudad o los buenos consejos de Lansky

Dedicado a Lansky



Dedico este post a Lansky porque, una vez más he seguido sus consejos a la hora de escoger mis lecturas, y una vez más ha sido un acierto. Esta vez se trata de un librito delicioso, de título bien sugerente: "El naturalista en la ciudad ó En la M-30 florecen los cantuesos". Y además, creo que es el momento adecuado para pasear por Madrid con este libro en la mano, para que nos vaya mostrando de qué manera nos sale al encuentro la naturaleza en plena ciudad, por más que la tuneladora municipal y el asfalto se empeñen en amargarnos la vida.



Por ejemplo, este árbol emblemático, esta maravilla viviente que es el ejemplar más antiguo de Madrid, el Taxodium mucromatum o Ciprés calvo que preside con su monumental tamaño el parterre del Retiro desde los tiempos de Felipe IV, está empezando a perder este delicado tono rojizo que conserva durante todo el invierno, para sumarse un año más al despertar de la primavera.





Ya hace casi dos meses que disfrutamos de ese delicioso sobresalto que produce el primer almendro florido, que siempre nos sorprende antes de lo que esperamos, en mitad de los fríos de febrero












Y muy poco después fueron las mimosas las que hicieron este despliegue dorado







El mirlo parece contemplar también las flores primaverales y se regocija cantando sobre la tapia.






Como bien describe el libro que os digo, los colores predominantes en la primavera madrileña son el amarillo de las forsitias y mimosas,





Y el sonrosado de los prunos y los árboles del amor













Espero que para el mes próximo vuelva a florecer mi Flor de lis, la Sprekelia Formossisima, que dura escasamente dos días, pero ¡qué esplendor cardenalicio y aterciopelado, mientras dura!






Enseguida las madreselvas perfumarán mis mañanas, mientras cruzo el patio de la Universidad, camino de mi biblioteca.





Y quiero terminar mi particular homenaje a Lansky con un breve recorrido por un parque al que se que le tiene gran cariño: El de la Fuente del Berro



Una entrada con castilletes como para jugar a princesas y juglares,



... da paso a esta rotonda llena de empaque, con las proporciones justas, ni demasiado grande ni demasiado pequeña;






La vegetación de árboles frondosos entre praderas cuidadas según el modelo inglés de jardín romántico...







...rodean el palacete que fue residencia de diversos propietarios, desde el primero, Bernardino Fernández de Velasco en el s. XVII, que lo vendió al rey Felipe IV, y que fue cambiando de manos (recomiendo nuevamente la lectura del libro que nos guía en este post) hasta que en 1948 el Ayuntamiento de Madrid adquirió la finca y abrió el parque al público tres años más tarde.




Tras servir de sede al Instituto Arqueológico Municipal (que me temo que ha desaparecido como tal institución) ahora está convertido en Centro Cultural, en el que por cierto, mi coro Accento tuvo el placer de dar un pequeño concierto al aire libre hace ahora dos años.





Está rodeado de una vegetación cuidada, entre la que se pasean los pavos reales, que son uno de los atractivos del parque.




Contagiados de tal lujo vegetal, los chalets vecinos adornan sus fachadas con hiedras y enredaderas que prolongan el verdor del Parque fuera de sus tapias.

Un paseo muy apetecible, en esta época del año, y más aún si nos servimos de este libro como guía y como orientación para identificar las especies vegetales y las aves que encontraremos.

¡A disfrutar la primavera!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por la promoción y tus amables palabras, aunque el libro está agotado (quizás algún día lo reedite).

A Lansky no le doy las gracias, porque es un cabronazo que me debe literalmente la vida

Fernando Parra

Cigarra dijo...

Ese libro merecería una edición en condiciones, en gran formato y con las fotos en color. Y aún diría más, con una revisión de los lugares que menciona, a ver en qué condiciones están veintitantos años después, tras sufrir el vandalismo de varios consistorios demenciados.
Por fortuna, aunque el libro esté agotado, las bibliotecas se encargan de mantenerlo al alcance de los lectores interesados en él, y me consta que al menos en 14 bibliotecas universitarias y en las del CSIC, se puede encontrar.
Y no te metas con Lansky, que yo aprendo mucho con él, me da buenos consejos en materia de lecturas y me cae bien. A ver si me voy a chivar y te vas a tener que ver las caras con él.

María la Delsa dijo...

Me uno con ilusión a este recorrido primaveral que hace que se me ensanchen los pulmones...
Besos

Lansky dijo...

Colleja (Silene vulgaris, pariente comestible de los claveles) es lo que le voya dar a ese "Parra" Gracias por la defensa, Cigarra.

Anónimo dijo...

Gran librito que he reelido en varias ocasiones (y comprado en dos veces) despertándome es gusto por el naturalismo urbano: la obsevación de las aves, los alcorques, los sufridos árboles urbanos, los parques madrileños, ..
Gracias a Fernando Parra. Un saludo.