jueves, 23 de abril de 2009

Feliz Dia del Libro (a secas)

Continuando con el tema que inicié ayer, y como veía que la respuesta a los comentarios de mis contertulios me iba a salir demasiado extensa, pongo aquí en forma de post lo que iba a ser mi comentario, si a ustedes no les parece mal.

Como dice Cecilia, el Derecho de Autor, que es una noción lógica y evidente (si he hecho una obra que produce beneficios, lo lógico es que yo los perciba) necesita de alguien que gestione los ingresos, porque es evidente que los autores no pueden estar a la caza y captura de libreros, distribuidores, discográficas y vendedores de partituras; y hasta ahí la SGAE y otras gestoras han hecho siempre la labor para la que fueron creadas, con bastante eficacia. Lo grave es que, con el afán recaudatorio disparatado que están desplegando últimamente, están consiguiendo indisponer al público en general contra unas entidades que son útiles y serían estupendas si no confundiesen a churras y merinas; y lo que es peor, nos están poniendo contra la idea misma de Derecho de Autor, que me parece sagrada.


Y como siempre, lo más grave, por ser subliminal y solapado, es el empleo falaz y torticero del lenguaje. Vamos a poner las cosas en claro desde el comienzo: USTED Y YO NO SOMOS PIRATAS. Vamos a erradicar ese término, que han conseguido que medio en broma medio en serio, todos incorporemos a nuestro modo de hablar. "Ayer estuve pirateando..." Cuando lo que hice fue sacar cuatro fotocopias de un libro de arte para que estudie mi hija, pongo por caso. ¡No las vendí, no hice una edición fraudulenta, no me lucré con ellas! O "voy a piratearme unas canciones..." cuando lo que voy a hacer es ponerlas en un mp3 para escucharlas en el metro, no voy a regrabar discos, ni a ponerme a venderlos en la calle, ni a redistribuirlos lucrándome. Que quede claro, NO ESTAMOS PIRATEANDO SI NO OBTENEMOS BENEFICIOS. Erradiquemos, pues, esa expresión de nuestro lenguaje. Digamos más bien: "He hecho uso de unos derechos que me han cobrado de antemano..." o "He recuperado el dinero que me cobraron a traición..."


Piratear es cobrar un tanto por ciento (que oscila entre el 1% y el 20%, según el aparatito que sea) cada vez que se vende un CD virgen, un teléfono móvil, un mp3, una impresora, un scaner, una fotocopiadora, una tarjeta de memoria, un pincho USB, etc., por si el comprador a lo mejor, es posible, quizá, lo pueda usar para difundir, copiar o bajarse algo que esté sujeto a derechos. Pero aunque sólo lo use para sus documentos privados, sus fotos de familia, sus copias de seguridad en el trabajo, sus proyectos escolares o docentes... también ha pagado ya el canon por adelantado. Eso es piratear, y no lo que hacemos bajando música de internet.


Piratear es cobrar a las bibliotecas (y aqui si que entro de lleno en el tema del Dia del Libro) por cada libro que prestan a sus usuarios. Porque las entidades gestoras no discriminan si el libro que se está prestando es o no generador de derechos. No ponen un propio en cada mostrador de préstamo para verificar si el libro es un clásico de hace 300 años, ni si el autor es extranjero, ni si ha renunciado explícitamente al beneficio de ese canon (muchos lo han hecho). La biblioteca cuantifica globalmente sus préstamos y las entidades gestoras se llevan un porcentaje sin entrar a distinguir lo que se está prestando, todo en el mismo saco.


Ante lo cual como era un dislate impensable que el lector, que ya ha pagado sus impuestos para poder tener una biblioteca pública de satisfaga sus necesidades de instrucción y ocio, volviera a pagar cada vez que sacara un libro en préstamo, se arbitró la feliz solución de que la Administración pagase ese porcentaje en concepto de canon por préstamo. (Detrayéndolo del presupuesto de las bibliotecas, y si no, al tiempo, ya verán ustedes) Con lo que hemos desembocado en la aberrante situación, contraria a cualquier lógica, de que una entidad privada, sin ninguna transparencia, recaude dinero a la Administración (que es pública, o sea, somos todos) en beneficio de unos pocos. La vuelta total del concepto de impuesto, la sinrazón absoluta:
Unos pocos saquean a la comunidad en su propio beneficio, sin que se sepa con qué criterio reparten lo obtenido.


Una vez más, el avance imparable de lo Privado en detrimento de lo Público. Es decir, el expolio de los que menos tienen y peor se pueden defender, en beneficio de los que tienen el poder económico y los medios para incrementarlo.


Para terminar les recomiendo dos lecturas muy interesantes. Una es una intervención de Belén Gopegui en las Jornadas contra el Préstamo de Pago en Bibliotecas, hace dos años:
http://noalprestamodepago.org/2007/02/28/otra-logica/


Otra, al hilo de la mención que hace Vanbrugh sobre la destrucción del espacio de libertad que es hoy por hoy internet, es un escrito ya antiguo, pero francamente profético, que hay que recordar una vez y otra, porque cada vez nos acercamos más a lo que predice. El autor Richard Stalman, lo publicó en 1997, y pone los pelos de punta:

http://www.gnu.org/philosophy/right-to-read.es.html


Para terminar, copio aquí el Manifiesto de la Plataforma contra el Préstamo de pago, que nos han pedido que difundamos:
Día del Libro 23 Abril 2009

Con motivo del Día del Libro, la Plataforma contra el Préstamo de Pago en Bibliotecas propone a todos los bibliotecarios que no faciliten el trabajo a la entidad privada de gestión que recoge fondos públicos y, después de quedarse con un buen mordisco, reparte lo que queda, caprichosamente, entre algunos autores.


Esa propuesta se concreta en la siguiente medida: que ningún bibliotecario proporcione los datos de libros adquiridos ni libros prestados. La Plataforma se basa, para pedir esto, en las siguientes razones:

1. Las bibliotecas son los organismos que, con su trabajo diario, mejor defienden los derechos de los autores. Cuidan sus obras, animan a su lectura y pagan los derechos de autor al adquirirlas.

2. No es justo que cientos de trabajadores públicos (los bibliotecarios) dediquen una parte de su jornada laboral a proporcionar unos datos que benefician, sobre todo, a una entidad privada de gestión.

3. En este momento de crisis, en los que ya se han reducido los presupuestos de adquisiciones de algunas bibliotecas españolas, es inadmisible cargarles un nuevo concepto de gasto (¿quizá esa reducción está causada precisamente por el canon?)

Si la entidad de gestión quiere cobrar el canon bibliotecario, que al menos tenga la molestia de recoger ella misma los datos.

La Plataforma contra el Préstamo de Pago en Bibliotecas vuelve a pedir al Ministerio de Cultura, ahora dirigido por una nueva persona, que encabece un proceso de conversaciones con otros ministerios europeos tendentes a conseguir la derogación de la directiva del préstamo de pago. Porque todos sabemos que es una directiva basada en una mentira: que los préstamos bibliotecarios reducen la venta de libros.

Y mientras se trabaja en la derogación de la directiva, si es inevitable cumplirla durante el período intermedio, le pedimos al Ministerio que gestione directamente el canon desde una oficina estatal, para que no se siga dando la inmensa paradoja de que el sector privado –la entidad de derechos de gestión que todos conocemos- esté gravando con un impuesto al sector público.

5 comentarios:

Franziska dijo...

¡Santo Dios! ¡Esto es increíble!
No sé cuánto tiempo me llevará quitarme de encima la indignación que ahora mismo me tiene entre sus garras. Acabo de leer las dos entradas relativas al tema de la SGAE. Has realizado un trabajo concienzudo y después de todas tus prolijas explicaciones en relación con el tema, ya no quedan dudas de cómo y por qué tanta gente está en contra.

Me he quedado pasmada. No son exageraciones, y con vuestro tema familiar la verdad es como para organizar una asociación de herederos que reclame, lo saque a los medios a ver si hay alguna maneraa de corregir tamaño abuso.

Vivir para ver, querida. Como decían nuestras abuelas...



Un abrazo.

Marcelo dijo...

Ivan Turguenef, "Un nihilista" Ilustraciones de F. Wes Dintén, Ediciones de la novela de lujo, versión española de Alejo García Góngora, tapa blanda. Tengo un pequeño tesoro y no lo sabía!
Cigarra, no sabes cómo te lo agradezco.
Un beso

Cigarra dijo...

Si, Franziska, si. Nos venden la mentira de que "es por la cultura". Otro caso: una becaria mía trabaja de camarera en un bar de un amigo. Y se le ocurre proponer al dueño que traigan a grupos noveles de chicos que tocan rock, una o dos veces en semana, para que los clientes tengan música en vivo y los grupos que están empezando tengan donde hacer sus pinitos musicales. Inmediatamente aparecen los esbirros de la SGAE exigiendo 1000 euros (¡¡¡¡¡) por sesión "por si acaso los grupos tocan alguna música que esté sujeta a Derechos de Autor" (¡¡¡¡¡) Y aunque juren y perjuren que todo lo que van a tocar es suyo y original, les da lo mismo, ellos cobran igual, "por si acaso". Conclusión. Abortado el proyecto, no hay música en vivo, no hay lugar donde dar cabida a músicos principiantes. Indudablemente, están luchando por la cultura. ¿Hasta dónde les van a dejar llegar? Y con esta ministra las cosas van a ir a mucho peor, y si no, al tiempo.

Cigarra dijo...

Marcelo, me siento feliz de haberte hecho ese servicio. ¿A que da mucho gusto saber que los libros que uno tiene son valiosos? No pensamos venderlos nunca, pero ¡qué ilusión!

Lansky dijo...

Yo he escrito once libros, muchos están en las bibliotecas públicas, de lo que me alegro infinito y algunas en el listado internacional de los institutos Cervantes repartidos por el mundo, y nuca he recibido un duro, ni lo quiero, como autor por ello. Como alguien decía las bibliotecas públicas son panteones sagrados, aunque no creo que sean cementerios las privadas, como dice algunso entusiastas de lo público. la vez que más dinero me reportó un libro fue por una demanda con abogados que le puse a una potente editorial (Alianza) que sacó mi libro en colección de quiosco sin comunicármelo ni darme nada. Conseguí un millón de las antiguas pelas, mucho más que los derechos de autor y una pequeña fortuna para la época. La SGAE de los coyns no tuvo nada que ver en esa defensa retributiva de mis inetreses, sino que yo y un abogado amigo nos buscamos la vida.