domingo, 31 de diciembre de 2006

Estuvo muy bien...

Y no me refiero al año que acaba, que tampoco ha sido como para tirar cohetes, sino al concierto del día 29 con el coro Talía en el Auditorio, que salió precioso y lo disfrutamos a lo loco.

La verdad es que sonó estupendamente, y yo, personalmente disfruté como un guarro en un charco, perdonando el modo de comparar. Estuve bailando todo el tiempo. Para llevar el compás cuando cantabamos, y cuando no cantábamos, porque era imposible tener los pies quietos con ese ritmazo que mantuvo incesantemente la orquesta, pero sobre todo esa percusión que tenemos que son auténticos virtuosos. Era digno de verse, toda la fila de sopranos y contraltos sentaditas, tan modosas con la manos sobre la carpeta en el regazo... y todas las carpetas dando saltos al compás de la música porque todas estábamos bailando sentadas, moviendo los pies aún sin querer.

En fin, que el año termina, con sus buenos y malos momentos. Recordemos los buenos, olvidemos los malos, y deseemos que el año que empieza se porte bien con nosotros.
Aunque el año no tiene la culpa de nada, y somos nosotros los que tenemos que conseguir que cada día sea algo que merezca la pena; nada de grandes propósitos, dan mucho mejor resultado las pequeñas buenas intenciones, si somos capaces de mantenerlas.

Así que, un poco menos de pan en las salsas si estamos gordos, algún cigarrillo menos cada día si fumamos, menos perfeccionismo si somos unos estresados, algo más de exigencia de calidad si somos unos "manga ancha", algo más de cuidado con los que nos rodean, si queremos sentirnos cuidados, y en general, antes de salir de un sitio, mirar atrás a ver si se queda mejor o peor que cuando entramos allí.

Y sobre todo, disfrutar con las pequeñas cosas porque la redonda moneda de oro del año nuevo, hay que irla cambiando en las monedas de plata de los meses, las monedillas de las semanas, la calderilla de los días.. y ese gasto es el que hay que cuidar.

Despido el año con un verso de José López Ruíz, con el que él nos felicitó alguna vez las navidades;

UN AÑO MAS

Gracias, Señor, por dejarme
que crea que el tiempo pasa
sin ver que el tiempo es la orilla
y que la vida es el agua.

Gracias, el año que viene
si puedo darte las gracias,
el mar estará más cerca
la orilla a mayor distancia,

yo pensaré que ha pasado
un año, que el tiempo avanza,
que estoy en la misma orilla
mirando correr el agua...

José López Ruiz (1906 - 1973)

FELIZ 2007

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