... y un montón de ventanas. Y ya que hablamos de Madrid estos días, vamos a volver a una de mis aficiones, que tengo un poco abandonada ultimamente. Tiene razón Vanbrugh, volvamos a la cara amable de la realidad, que para amargarse la vida ya habrá ocasión mas adelante, en la cuesta de enero.
Como es evidente, Madrid da de si para mucho mas de lo que se puede reflejar en estos humildes cigarrales, así que yo os voy a proponer solamente un paseo desordenado, un lento deambular con la nariz levantada, dejando de lado por un rato los atascos, las prisas, los parquímetros y los chirimbolos. Apreciemos el lujo o la sencillez de las fachadas, el adorno churrigueresco o la humilde maceta con geranios, evoquemos la historia real o imaginemos las vidas anónimas que han pisado estas aceras antes que nosotros...
Y un buen punto de partida, puede ser el chaflán del Banco de España. Son las cinco y diez de la tarde, y aunque está nublado no es fácil que nos llueva. Vamos allá.
Al otro lado de la plaza, un detallito de la Casa de Correos.
Se ha hecho de noche y la calle de Alcalá, cerca de la de Sevilla, ilumina sus edificios
Es una casa de vecindad cualquiera, pero cuánto merengue en esas volutas.
Para rematar la noche, dónde mejor que el Café donde dijo Paquiro a su hermano: "Soy mas valiente que tú, más torero y más gitano"
El palacio de Perales, en la calle de la Magdalena es actualmente la sede de la Filmoteca Nacional. Su balcón principal sobre el portalón de entrada nos recuerda el señorío del siglo XVIII madrileño
(pinchar en la foto para mas información sobre este edificio)
No hay que irse muy lejos para encontrar un alojamiento céntrico y familiar.
Todavía quedan fondas en Madrid
Y callejeando por el barrio nos adentramos en el Madrid de toda la vida...
Fachadas de balcones simétricos...
...floridos...
... con molinillos atrapavientos...
... o camuflados con hiedra, para esquivar las miradas curiosas
De pronto, en la sinfonía de ocres y rosas que imponen los ladrillos predominantes, surge una nota de color azul
...muy azul...
...o multicolor
La huella del lugar donde estuvo una casa muestra su hueco, como una encía a la que faltara un diente.
Y la protesta ciudadana contra la especulación aprovecha la valla
¿Qué hace en medio del barrio de Salamanca, una torre mudéjar, como si estuviéramos en Teruel?
Este chaflán no puede negar su edad: años 20 del S. XX
En este otro la altura va mermando amplitud y empaque a los miradores. No se crean ustedes que es lo mismo vivir en el Principal que en el ático, aunque ahora se coticen tanto. Da lo mismo, todos tienen vistas sobre el Retiro.
Seguro que reconocen esta esquina
En contraste con las guirnaldas florales, la austeridad del ladrillo y las rejas que separan la clausura del bullicio del mundo exterior.
Un toque mudéjar en las ventanas del Museo del Ejército.
Ventanas abuhardilladas que ponen un aire parisino en los tejados.
En cambio esta otra opta por el uso tradicional del ladrillo, pura tradición mudéjar
Un señor mirador
Una versión mas sencilla de la misma idea
Esta manera de proclamar la fecha sugiere el deseo de permanecer mucho tiempo y que dentro de varios siglos los paseantes (si aún se pasea entonces) digan: "Fíjate, esta casa es de 1999"
Estos se han ido de vacaciones, o no tienen ninguna curiosidad por saber lo que pasa en la calle.
Esta mansarda, en cambio, se abre a los cuatro vientos. Cree que la altura la protege de la curiosidad y no sabe que los vecinos de enfrente pueden tener un teleobjetivo.
Qué airosos algunos de estos chapiteles que dan cierto aire eclesiástico a las casas de vecinos. ¿quién será el afortunado que disfrute de esa habitación octogonal?
Y para despedirnos esta torre, que no es que tenga grandes méritos arquitectónicos ni estéticos, pero para mi tiene su valor sentimental.
Reconozco que ha sido un paseo errabundo y deshilvanado, pero queda mucho Madrid por recorrer y no se puede ver todo en un solo día. Hasta la próxima.