Roma ha sido fotografiada hasta la saciedad y probablemente por fotógrafos mucho mejores que yo, de manera que paso directamente a esos detalles que me han llamado la atención: aldabas, rincones, hornacinas callejeras con Vírgenes... detalles en los que quizá no se fijen las hordas atareadas de japoneses que corren desde el Foro al Vaticano, de la Trinitá dei Monti a San Juan de Letrán, pero que son mi debilidad.
La costumbre de poner virgencitas en las fachadas llega a todos los barrios de Roma (por lo menos, en el centro) y tengo que confesar que me sugieren mucha más religiosidad que las cúpulas del Vaticano, San Pedro me perdone...
Las hay de estilo levemente bizantino
En grandes frescos, como éste de la piazza della Rotonda
O en hornacinas más sencillas como esta de Via Nazionale
Escondidas en un rincón y casi borradas por el tiempo,
pero con flores frescas
Con marco de querubines, junto a Santa Cecilia in Trastevere
Ventanita con visillo de encaje, plantas verdes, lucecita encendida...
no le falta detalle
De humilde arcilla...
o de cerámica policromada, al estilo toscano de Lucca della Robia
Este tipo abunda mucho, con más o menos colorido
Pero de las de cerámica esmaltada, la que mas me ha gustado ha sido esta,
próxima a la Plaza de España
Esta tiene una ubicación concurridísima, junto a la Trinitá dei Monti
como esta que incluye a Santa Ana, en los muros del Vaticano
Via della Scala, en el Trastevere
Una vidriera de comienzos del S XX en los Museos Vaticanos
Les confieso que las ventanas han sobrepasado mis expectativas: en todas esperaba que apareciese Tosca a punto de suicidarse: eso no es una ciudad, es un decorado de ópera. Lo que no quiere decir que no me haya gustado muchísimo, faltaría más. Aunque la ópera no sea mi música favorita, todos tenemos arias que nos emocionan. Pero del mismo modo que prefiero música menos aparatosa, también me decanto por las ventanitas más humildes
En el Vaticano, con glicinias
En el Trastevere, Via Lungara, con buganvillas
Estas no se puede decir que sean humildes.
Pertenecen a la casa donde murió el poeta Keats
Y esta es la que más me impresionó de toda Roma, en el edificio que más me gustó: el óculo que corona la cúpula impresionante del Panteón.
Nueve metros de diámetro. Piensen en las dimensiones de una habitación cualquiera, en la que se encuentren en este momento, que seguramente cabe con holgura en ese agujero. Y ahí está "sosteniendo" esa cúpula asombrosa desde hace 2000 años
En cambio, la aportación del S. XX a sus descendientes queda reflejada en esta imagen:
el Fiat 500. ¿Quedará alguno dentro de 2000 años?
Hay carteles muy antiguos, de 1763, advirtiendo sobre las penas que caerán sobre el que arroje inmundicias a la via pública (o forme "mondezzaro", que no lo he encontrado en el diccionario)
Y otros, más modernos y discretos que expresan la opinión que les merecen los parlamentarios a sus compatriotas
Las aldabas, otra de mis aficiones, van desde el modelo más sencillo
a otros bastante más barrocos
¡Hasta pronto, felices vacaciones!